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"El niño que pidió a Santa Claus un hermanito de nieve"

 Había una vez un niño llamado Juan, que vivía en un pequeño pueblo con sus padres. Juan siempre había querido tener un hermano con quien jugar y compartir sus aventuras, pero sus padres no podían tener más hijos.

Cada año, en Navidad, Juan escribía una carta a Santa Claus pidiéndole un hermanito. Y cada año, Santa Claus le respondía diciendo que haría todo lo posible para traerle un hermano, pero que no podía garantizar nada.

Finalmente, la Navidad de Juan llegó y él escribió su carta a Santa Claus como siempre. Este año, sin embargo, su carta era diferente. En ella, Juan explicaba lo mucho que quería tener un hermano y cómo prometía cuidarlo y jugar con él todos los días.

La mañana de Navidad, Juan se despertó temprano y corrió a abrir sus regalos. Entre ellos, había una caja grande y pesada. Con curiosidad, Juan abrió la caja y descubrió un hermoso muñeco de nieve con una nota de Santa Claus que decía: "Feliz Navidad, Juan. Espero que te guste tu nuevo hermano de nieve. ¡Cuídalo bien!".

A pesar de que no era un hermano de carne y hueso, Juan estaba muy emocionado de tener un nuevo amigo con quien jugar. Se pasó todo el día jugando con su muñeco de nieve y le enseñaba todo lo que sabía de la nieve y el frío.

A medida que pasaban los días, Juan y su muñeco de nieve se volvieron mejores amigos y disfrutaban juntos todos los días, paseando por el parque, jugando en la nieve, construyendo castillos de nieve y jugando a juegos.

Juan aprendió que a veces, las cosas que piden no siempre son las que necesitan, pero con amor y aceptación, cualquier cosa puede convertirse en algo especial.

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